viernes, 19 de octubre de 2012

Melgaço, el Portugal más norteño


Pabellón de bebida del balneario do Peso en Melgaço. ©F.J.Gil
Hoy os propongo una visita al Balneario do Peso, en Melgaço. Para llegar a nuestro destino, si el viaje lo hacemos desde Galicia, el camino más cómodo es llegar hasta Arbo (Pontevedra), cruzar el puente internacional y emprender el camino directo hasta el parque de las termas. Si el viaje se hace desde Ourense, hay una opción más larga, pero al mismo tiempo más bonita. Seguir la carretera de Cortegada, luego continuar hasta el Concello de Padrenda y cruzar la antigua frontera de San Gregorio.
Para los viajeros que hagan la ruta desde Portugal, el punto de referencia será Valença do Minho y desde esta localidad, seguir la carretera que discurre por la orilla izquierda del Miño, río arriba, pasando primero por Monça͂o y finalmente llegaremos a Melgaço.
 
Melgaço es un municipio extenso, casi 240 km2 que supone el inicio de la raya seca entre Galicia y Portugal, ya que, si bien una parte de su frontera lo es con el Miño por medio, a partir de la frontera de San Gregorio se extiende una zona montañosa que llega a superar los 1300 metros sobre el nivel del mar. Cuenta con una población de algo menos de 10.000 habitantes y, para los amantes de los hitos, Melgaço cuenta con dos: es el municipio más septentrional de Portugal y en su parroquia de Castro Laboreiro se encuentra la aldea de Curral do Gonçalo que según la CIM TV es la aldea poblada a más altitud de todo Portugal (podéis ver el reportaje pinchando aquí).
Las Termas de la Quinta do Peso se encuentran en un parque de frondosa vegetación y disfrutaban, en el pasado, del apoyo de una infraestructura hotelera compuesta por el Grande Hotel Aguas de Melgaço, Grande Hotel do Peso, el Hotel Rocha y la pensión Boavista. Es de destacar este hecho en una localidad de muy pocos habitantes, muy alejada de todo el entramado urbano portugués, en el extremo septentrional de la región del Alto Miño y con una importante competencia de balnearios en un radio de menos de cincuenta kilómetros (Cortegada, Caldelas de Tui, Monça͂o). Sin embargo, la naturaleza de estas aguas es singular, tanto en la zona como en toda la eurorregión, ya que resultará muy difícil encontrar en este ámbito geográfico aguas bicarbonatadas cálcicas, cuando lo normal es que sea el azufre el principal componente, especialmente en las hiper y mesotermales, y el bicarbonato sódico en las frías.
El visitante encontrará en la Quinta do Peso las antiguas instalaciones termales y la planta de embotellado, que después de un tiempo de inactividad ha vuelto a comercializar sus aguas minerales en envases de 25 cl desde 2003.
Paseo por el parque de las termas que finaliza en el pabellón de bebida de la Fonte Nova. ©F.J.Gil.
Este balneario fue muy reputado en el pasado para el tratamiento de la diabetes y la insuficiencia hepática. De hecho, más del setenta por ciento de los agüistas llegaban para tratarse de lo primero y algo más del diez por ciento para lo segundo. En temporadas, la concurrencia pasaba del millar de inscripciones, siendo julio el mes con más usuarios. La captación y venta de aguas embotelladas comenzó en 1885 y la autorización para instalar un balneario data de diciembre de 1893. La concesionaria de estas aguas es la empresa Vidago, Melgaço & Pedras Salgadas (VMPS), hoy integrada en la corporación alimentaria UNICER. El parque se encuentra en la actualidad bajo la tutela de la Cámara Municipal, que ha emprendido una labor de recuperación del parque termal que en el pasado tanta actividad promovió en la zona. Hoy día el mayor atractivo de los visitantes lo constituyen la gastronomía y el vino. De lo primero, no faltan en temporada las buenas lampreas, que elaboran al modo bordelés, al igual que en la orilla gallega del Miño, ni tampoco el bacalao, que sigue siendo el gran benefactor de la gastronomía portuguesa. De lo segundo, conviene recordar que estamos en tierras de los Vinhos Verdes y que hay pequeñas bodegas que elaboran en esta zona tanto blancos como tintos. Los amantes del albariño, podrán disfrutar de la versión portuguesa de ese monovarietal, el alvarinho.
En los alrededores tenemos visitas interesantes como el Castillo de Melgaço, en pleno centro urbano y el de Castro Laboreiro, a más de mil metros de altitud. Ambos han sido declarados monumentos nacionales.
 
Las aguas
Pero volvamos a las aguas. Son aguas de mineralización fuerte y sabor muy agradable. Bicarbonatado cálcicas, ferruginosas, silicatadas emergen con una importante presencia de gas carbónico disuelto en las mismas. Dos fuentes surten el establecimiento y la planta de embotellado: Principal y Nova, con una ligera variación de temperatura (16,1º y 15,7º respectivamente) y también algunas diferencias en cuanto al grado de mineralización y la presencia de gas disuelto, siendo mayor para ambos parámetros en la “Nova”.

 

 

 

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